jueves, 3 de junio de 2010

Lejano

¿Cuál es la belleza de un desierto?;

¿Cuál es el estruendo de un silencio?,

¿Cuál el esplendor del universo?

¿Cuál la eternidad de los momentos?



Oigo olas en mis sienes y en la almohada,

Son los húmedos sonidos del desierto;

Son los llantos de este canto desolado,

Y el pasar de los instantes que no siento.



Que mi vida se me escapa de las manos,

Que la tinta se recorre, a cada lado,

Mi derecha suavemente consolada,

Y mi mente,

mi mente dulcemente atormentada



Es tormento, es silencio y es la calma,

Es ¿eterno, pasajero o extranjero?;

Es desierto, esta calma, el tormento,

Es mi vida, sólo el paso del desierto



Estos ríos se acumulan en la nada,

Estas llamas sobrepasan mi mirada

No es desierto, no es la calma, es eterno, o quizás…

Es la nada

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